Juan Carlos Almansa: La alimentación escolar es un salvavidas para estudiantes de hogares con bajos recursos

Abastecen a la comunidad escolar de primera infancia, primaria, secundaria y nocturna.

Joven colegiala con la lonchera en un fondo verde. Niña pequeña con mochila escolar y un set de comida para un bocadillo. Espacio libre para texto

La actual pandemia ha evidenciado la importancia de la alimentación escolar subsidiada por los gobiernos nacionales y locales, debido a que pasaron de ser un alimento complementario a un nivel de mayor importancia en la dieta diaria. 

Con la llegada del coronavirus y la necesidad de guardar el distanciamiento social, a los hogares de ingresos bajos no solo les preocupa la ausencia de los estudiantes en los centros e institutos educativos, también la incertidumbre porque no sabían si iban a continuar recibiendo la alimentación que por lo general se ofrece en las modalidades de refrigerios y servicio integral de desayunos y almuerzos escolares, donde Ibeaser es una de las empresa Pioneras en este sector, liderada por Juan Carlos Almansa.

Es que para muchos de sus beneficiarios esta ración de comida es la única que consumen en el día, o por lo menos la mejor balanceada en términos nutricionales. Es tanta la importancia que se le ha dado en diferentes naciones a estos planes de alimentación complementaria, que la Organización de los Estados Americanos (OEA), ha tenido en cuenta los programas sociales de alimentación para incluirlos en el Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión Pública Efectiva, en la categoría de Innovación en el Gobierno Abierto, y que reconoce buenas prácticas de contratación y transparencia.

Para Juan Carlos Almansa, gerente de Ibeaser, los refrigerios ensamblados especialmente para los programas de alimentación escolar proporcionan el 22% del valor nutricional diario requerido, y por lo general, estos menús están conformados por: una bebida láctea, un energético, un cereal y una porción de fruta, generando un menú nutricionalmente balanceado para la población estudiantil.

Juan Carlos Almansa reconoce la importancia de que los niños y jóvenes continuarán recibiendo los alimentos escolares, donde los dirigentes estatales de diferentes naciones e ideologías políticas, realizaron cambios en las normativas para que los suministros alimenticios pudieran ser entregados directamente en los hogares o reclamados por sus padres o acudientes, acatando la recomendación del director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, quien informó en un comunicado que: "Sin comidas escolares, millones de niños pasarán hambre. Corren el riesgo de caer enfermos, abandonar la escuela y perder su mejor oportunidad de escapar a la pobreza. Debemos actuar ahora para evitar que esta crisis sanitaria se convierta en una catástrofe alimentaria".

Con el interés y obligación de lograr un correcto cumplimiento de los diferentes sistemas de gestión de calidad, Juan Carlos Almanza también hace énfasis en que se deben implementar fórmulas que generen una acción conjunta en el proceso de elaboración de productos alimenticios de  calidad, y las líneas de producción y distribución deben contener comidas listas, productos de panadería, lácteos y fermentados, productos a base de fruta,  productos UHT, postres, entre otros que proporcionen valores nutricionales. 

Hay que destacar que estos auxilios alimenticios para estudiantes, y sobre todo en medio de la crisis, va en concordancia con un informe del Ministerio de Salud de Colombia en donde se afirma que: "La alimentación es un derecho universal y, en este caso, las familias, la sociedad y el Estado deben contribuir para garantizar el acceso universal a la alimentación escolar, sumando recursos de diversas fuentes". 


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